Polonia y Rumanía, dos de las principales acusadas por el informe del Consejo de Europa de ayer, rechazaron las denuncias del senador suizo Dick Marty. "Esto es una calumnia y no se basa en ningún hecho", declaró el primer ministro polaco, el conservador Kazimierz Marcinkiewicz. Las autoridades polacas siempre han negado que su país haya albergado cárceles secretas de la CIA.

La comisión del Parlamento rumano que investiga el tema negó que existieran tales prisiones. "De los datos analizados y del material probatorio resulta que en Rumanía no hubo centros de detención de la CIA", afirmó la senadora Norica Nicolai. Pese a todo, Bélgica exige explicaciones. "Rumanía y Polonia deben sacar todo a la luz", dijo el ministro de Exteriores, Karel de Gucht.