El conservador y populista Partido Progresista Serbio (SNS), del presidente Aleksandar Vucic, ha ampliado su poder con una contundente victoria en las elecciones legislativas celebradas el domingo, según los resultados oficiales. El SNS se ha consolidado en el primer lugar, con el 61,24 % de los sufragios, seguido de lejos por su socio en la coalición en el poder, el Partido Socialista de Serbia (SPS), que ha logrado el 10,43 % de los votos.

«Estoy orgulloso y agradecido a los ciudadanos por este histórico apoyo», afirmó ayer Vucic. El dirigente indicó que, aunque su partido podría gobernar en solitario, no mostrará «arrogancia». El SNS y el SPS gobiernan juntos desde el 2012 y, aunque la primera ministra es Ana Branbic, Vucic domina toda la vida política, con crecientes críticas a su estilo autocrático.

A los comicios se presentaron una veintena de fuerzas opositoras, pero solo una superó la cifra del 3% para entrar en el Parlamento, la Unión Patriótica Serbia (SPAS, centroderecha), de Aleksandar Sapic, exjugador de waterpolo, con el apoyo del el 3,73 % de los electores.

Según las proyecciones, el SNS ocupará 189 de los 250 escaños del Parlamento, donde el SPS tendrá 32 diputados y el SPAS, 12. El resto se reparte entre los representantes de las minorías: la húngara (9 escaños), la albanesa (3) y dos partidos musulmanes (con 3 y 2 diputados)

Unos 6,6 millones de ciudadanos estaban convocados a las urnas. La participación fue del 48%, lo que permitió a la oposición sacar pecho de su llamamiento al boicot. Los comicios estaban previstos para el 26 de abril pero se aplazaron por el coronavirus.

Vucic, líder indiscutible del SNS, no se presentaba como candidato pero protagonizó la campaña debido a su enorme popularidad. La oposición le acusa de tendencias autoritarias, que incluyen presiones a la prensa crítica y control a la mayoría de medios de comunicación privados y públicos. Branbic, la hasta ahora primera ministra, es una estrecha aliada.

El principal reto del nuevo Gobierno será finalizar las negociaciones de entrada en la Unión Europea, con el objetivo de adherirse en el año 2025. Eso exige al mismo tiempo un acuerdo de normalización de relaciones con Kosovo, su antigua provincia, independiente desde 2008.

La Unión Europea manifestó ayer su confianza en que todas las partes e instituciones en Serbia participen en un diálogo «transparente, decisivo e inclusivo» para implementar las recomendaciones internacionales sobre las deficiencias en los comicios que han reforzado a Vucic, según explicaron en un comunicado conjunto el alto representante de la UE para la Política Exterior, Josep Borrell; y el comisario europeo de Vecindad y Ampliación, Olivér Várhelyi.

Recordaron que los contendientes a las elecciones, según Efe, pudieron hacer campaña y sus libertades fundamentales fueron respetadas, pero señalaron que «la elección de los votantes fue limitada por la ventaja abrumadora del partido gobernante y la promoción de políticas gubernamentales por la mayoría de los medios», según la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa y su Oficina para Instituciones Democráticas.