El ministro de Administración Interna de Portugal, Eduardo Cabrita, considera "adecuadas" las medidas adoptadas para hacer frente al foco de covid-19 detectado en Reguengos de Monsaraz, próximo a la provincia de Badajoz y que ha levantado preocupación al otro lado de la frontera.

"Las medidas definidas por la Autoridad de salud pública, teniendo en cuenta la circunstancia específica de este brote, en articulación con el Ayuntamiento, son aquellas que consideramos adecuadas", dijo en declaraciones a la prensa en Maia (norte).

Cabrita realizó estas declaraciones después de que los municipios españoles de Villanueva del Fresno y Valencia del Mombuey, limítrofes con Portugal, solicitaran el cierre de sus pasos fronterizos hasta que se estableciese un protocolo entre ambos países por la situación en Reguengos de Monsaraz.

Sin valorar esta petición, Cabrita defendió que "la monitorización de la gestión de las fronteras entre Portugal y España ha sido un ejemplo a nivel europeo de articulación y coordinación entre los dos Gobiernos".

"Fue así desde marzo hasta que se reabrió el 1 de julio", señaló el ministro luso, quien aseguró que la situación de Reguengos "está perfectamente identificada".

El brote de Reguengos, municipio del Alentejo portugués situado a menos de 30 kilómetros de la frontera con España, surgió en una residencia de ancianos del municipio y se ha extendido fuera del centro.

El foco mantiene a día de hoy 131 casos activos -85 dentro de la residencia y 46 fuera-, aunque no ha registrado nuevos contagios en los dos últimos días.

Además, se ha cobrado 16 víctimas mortales: 14 personas que estaban internadas en la residencia, un trabajador y un último fallecido ajeno al centro.

Las autoridades sanitarias consideran que el brote se encuentra en estado de "resolución", siempre que no haya cadenas de transmisión desconocidas en este momento, según informó hoy en un comunicado la delegación municipal de Protección Civil.

Por ello, no consideran necesario establecer una cerca sanitaria en el municipio, donde se han realizado más de 2.000 test y está previsto hacer otros 30 entre este viernes y sábado.

Para frenar el contagio se cancelaron todas las clases presenciales en centros educativos, de animación y guarderías y se suspendió la atención presencial en los servicios municipales.

El de Reguengos es uno de los 161 brotes de covid-19 activos en Portugal, que acumula 45.679 positivos y 1.646 muertos desde que arrancó la pandemia, que desde finales de mayo afecta sobre todo a la región de Lisboa.