El aumento de contagios y de muertes en Portugal tras el relajamiento de las restricciones en Navidad ha obligado al Ejecutivo luso a anunciar medidas tajantes. Unas medidas "necesarias", según el primer ministro, António Costa, quien ya ha insinuado que incluirán el cierre de todo el comercio no esencial y de la hostelería durante al menos un mes. "Las medidas de confinamiento durante el fin de semana no son suficientes, tenemos que ir más lejos en este momento", aseguró este martes el primer ministro. En el último fin de semana prácticamente todo el país ha estado bajo el toque de queda a partir de las 13 horas.

La duda está en los colegios. El primer ministro descartó este martes cerrar las escuelas de primaria pero dejó la puerta abierta a la suspensión de las clases en los cursos superiores. "Las divergencias entre los expertos son muy grandes", explicó Costa. El ministro de Educación, Tiago Brandao Rodrigues, ya ha expresado su oposición a la interrupción de la docencia pero la decisión final aún no está tomada. El Gobierno comparecerá esta tarde para anunciar las nuevas restricciones tras la renovación del estado de emergencia en el Parlamento.

La situación de la pandemia en Portugal es alarmante. El país lleva dos días consecutivos registrando récords de muertes -155 en las últimas horas, con una población casi cinco veces menor a la de España- y alcanzó los 10.000 contagios diarios durante el fin de semana. Unas cifras que previsiblemente irán a más: el epidemiólogo Manuel Carmo Gomes, miembro del equipo de expertos contra la pandemia, ya ha alertado de que el número de infecciones se elevará probablemente hasta los 14.000 casos a finales de enero. En total, Portugal suma ya 496.552 casos confirmados y 8.080 muertes.

Campaña presidencial

Lo peor de la pandemia coincide con el inicio de la campaña de las elecciones presidenciales en el país. Los candidatos se han visto obligados a cancelar parte de sus eventos e incluso algunos de ellos se han visto afectados por los contagios -el actual presidente de la república, Marcelo Rebelo de Sousa, faltó este martes al debate después de dar un falso positivo-. A pesar de que la idea de aplazar los comicios está prácticamente descartada, está previsto que la participación sea de las más bajas de la historia. El Gobierno permitirá a los ancianos votar desde las residencias y facilitará el voto anticipado para evitar la abstención.

La gestión de la sanidad es uno de los puntos fuertes de la campaña, con la intervención de los hospitales privados en el punto de mira. El número de hospitalizaciones ya supera las 4.000 en todo el país y la ministra de Salud, Marta Temido, ya ha advertido de que si las negociaciones con los centros privados no prosperan, el Gobierno podría optar por la intervención "civil" de unas 700 camas. "Es una hipótesis, no dudaremos en usar este mecanismo si no conseguimos, por acuerdo, superar las dificultades", ha asegurado la ministra esta semana. Mientras, sigue adelante la campaña de vacunación: según los últimos datos, el país ha administrado más de 70.000 vacunas hasta la fecha.