El Instituto Nacional de Aviación Civil de Portugal (INAC) prohibió que viajen agentes armados en los aviones de las compañías aéreas nacionales que vuelen a Estados Unidos, según informó ayer una fuente de la entidad. La exigencia norteamericana de que los vuelos procedentes o con destino a EEUU lleven policía a bordo ha tenido hasta el momento un frente de rechazo total en Gran Bretaña, donde los pilotos discuten la medida con la compañía British Airways y con el Gobierno.

Joaquim Carvalho, director de seguridad de la aviación civil lusa, dijo que si se plantea "una situación concreta, en un vuelo específico, se pueden analizar los riesgos, pero que entonces es preferible proceder a cancelar el vuelo". Los responsables de las cinco empresas aéreas portuguesas que viajan a EEUU se reunieron ayer con la dirección del INAC y acordaron reforzar las medidas de seguridad en tierra.

NUEVO RETRASO En Londres, el vuelo maldito B223, que ha sido anulado en dos ocasiones y escoltado por cazas norteamericanos en otra, logró despegar ayer de la capital británica con tres horas de retraso. Por tercer día, este vuelo a Washington salió mucho más tarde del horario previsto. Un retraso que la asociación de pilotos británicos no dudó ayer en interpretar como "una decisión política" vinculada al rechazo de este gremio a volar con policías armados a bordo.