El ex secretario de Estado estadounidense Colin Powell ha acusado a los líderes europeos de fariseos por negar que conocían la práctica de trasladar a sospechosos de terrorismo en vuelos de su Agencia Central de Inteligencia (CIA) a otros países donde no están protegidos por las leyes contra la tortura. En una entrevista con la cadena británica BBC, Powell ha asegurado que esta criticada política de traslados no es "ni nueva ni desconocida" para los gobiernos europeos, cuya falta de sinceridad ha denunciado.

"Hay un poco de la película Casablanca en todo esto, cuando el inspector dice: "Estoy indignado, indignado con que este tipo de cosas ocurran'", ha señalado, para añadir: "Bien, la mayoría de nuestros amigos europeos no pueden estar indignados con que este tipo de cosas tengan lugar... El hecho de que nosotros hayamos tenido, durante años, procedimientos para ocuparnos de personas que son responsables de actividades terroristas, o sospechosos de actividades terroristas, no es algo nuevo ni desconocido para mis amigos europeos".

Esta misma semana el Parlamento Europeo ha creado un comité para investigar las acusaciones sobre los vuelos secretos y las cárceles clandestinas que controlaría la CIA en Europa, después de que la prensa de EE UU y varias organizaciones de defensa de los derechos humanos sacaran a la luz la existencia de estos vuelos y prisiones. La sucesora de Powell, Condoleeza Rice, también se enfrentó a duras críticas durante su reciente gira europea.

Powell ha aceptado que la autoridad moral de Washington se encuentra en estos momentos en cuestión: "EE UU está atravesando un periodo en estos momentos donde la oponión pública de todo el mundo está contra nosotros". "Creo que es por algunas de las políticas que hemos seguido en los últimos años respecto a Irak y a no resolver los problemas en Oriente Próximo, y quizá la manera en que hemos comunicado nuestras opiniones al resto del mundo, hemos creado una impresión de que somos unilateralistas, de que no nos importa lo que piensa el resto del mundo", ha considerado, aunque no cree que esta impresión sea justa.

En lo que respecta a Irak, Powell ha reconocido en su entrevista que EE UU estaba equivocado al penar que el país gobernado entonces por Sadam Husein tenía armas de destrucción masiva: "Nos equivocamos con la existencia de los depósitos de armas químicas o biológicas. Cuando cayó Bagdad, enviamos a los inspectores a buscar estas armas y no encontramos nada". El ex secretario de Estado, que participó activamente en la decisión de invadir Irak, ha descrito durante la entrevista lo decepcionado que está con la información de inteligencia que recibió por parte de sus asesores sobre lo que ocurriría tras la invasión.