Gracias al rodillo de su mayoría absoluta, el PP acotó ayer el protagonismo de la oposición en el debate sobre Irak que hoy celebrará el Congreso. En la junta de portavoces, y ante la indignación de PSOE e IU, los populares impusieron que el pleno tenga un formato "informativo", lo que permitirá al presidente, José María Aznar, hablar cuando lo desee y sin límite de tiempo. Cada portavoz de la oposición, en cambio, tendrá sólo un turno de 15 minutos, y no tendrá la posibilidad de tomar la palabra para rebatir las posteriores intervenciones del presidente del Gobierno.

El formato escogido por el PP es idéntico al de las comparecencias que el presidente protagoniza tras cada cumbre europea para informar a la Cámara de los acuerdos adoptados por los Quince. Con la única salvedad de que esta vez Aznar no informará de ningún acuerdo internacional, puesto que el único compromiso sobre este conflicto fue la resolución aprobada el 8 de noviembre en el Consejo de Seguridad de la ONU, al que España no pertenecía en aquella fecha.

La socialista María Teresa Fernández de la Vega acusó ayer al PP de impedir que la oposición participe en el pleno "en las mismas condiciones" que el Gobierno. "No es un debate, sino un monólogo de Aznar", denunció, acusando al presidente de "tener miedo" y "carecer de argumentos". También IU se quejó de la actitud del PP.

ARTISTAS INVITADOS

El popular Gabriel Cisneros negó que su partido pretenda "cercenar el debate". También aseguró que el PP ha pedido a la presidenta del Congreso que sea "generosa" al administrar los tiempos de los oradores.

El debate no se desarrollará sólo en el hemiciclo. Tras los polémicos Goya, marcados por el rechazo a la guerra, 29 actores seguirán el pleno desde la tribuna de invitados.