Una pregunta sobre los permisos de viajes de los ciudadanos de la República Democrática Alemana (RDA) en una rueda de prensa ofrecida por el Politburó el 9 de noviembre de 1989 precipitó la caída del muro de Berlín, de la que este sábado se cumplen 30 años. Así lo ha recordado estos días en Madrid Riccardo Ehrman, el periodista italiano de la agencia Ansa que interrogó en aquella comparecencia al portavoz del Gobierno de la RDA, Günter Schabowski.

Schabowski había realizado un largo discurso sobre los éxitos del régimen y había admitido también que se habían cometido errores. Entonces Ehrman le preguntó si entre esos errores estaba la nueva ley de permisos de viajes pues, a su juicio, "no cambiaba nada". El portavoz del Politburó, sorprendido por su tono directo, sacó unos folios de su bolsillo en los que estaba escrita la nueva ley y leyó que según esta los alemanes orientales podrían viajar libremente, sin visado ni pasaporte, a la Alemania Occidental.

"Era una rueda de prensa ordinaria. Nadie esperaba ninguna noticia bomba", ha recordado desde Moscú Mijaíl Voronénkov, corresponsal de la agencia de noticias soviética TASS en Berlín entre 1987 y 1993. Según este reportero, en cuanto Shabowski soltó su desliz en la sala se hizo un "silencio sepulcral", solo roto por un susurro. "¿Cuándo? ¿cuándo? ¿cuándo?", preguntaron todos los periodistas presentes. "A mi entender, con efecto inmediato... ahora mismo", respondió, no sin vacilar, al tratar de descifrar sus notas.

FIN DE UNA ERA

En realidad, según Ehrman, en las notas de Schabowski se consignaba que las normas de viajes perdían su valor "provisionalmente" y que esta medida entraba en vigor "inmediatamente". El "ahora mismo" fue lo que precipitó los acontecimientos.

El inesperado anuncio, emitido en directo por televisión, propició que miles de ciudadanos de la RDA se acercaran aquella misma noche a la frontera para festejar el fin de un muro que separaba, a lo largo de 155 kilómetros, dos modelos de Estado antagónicos.