Premios Nobel de la Paz y activistas de derechos humanos, coincidieron en la ciudad mexicana de Mérida en la necesidad de la unión y de pedir apoyo, al advertir de que el silencio solo retrasa las soluciones y mantiene los problemas que no pueden ser resueltos de forma aislada.

En el marco de las primeras mesas de trabajo de la XVII Cumbre Mundial de los Premios Nobel, algunos de los participantes también urgieron a combatir el trabajo infantil y a procurar una mejor distribución de la riqueza en el mundo, además de priorizar el tema del cambio climático.

El expresidente y sindicalista polaco Lech Walesa, señaló que afrontar los problemas y resolverlos requiere de unión y apoyo de quienes comulguen con esos desafíos. El Nobel de la Paz de 1983 agregó que en su caso, cuando encabezó el movimiento sindical Solidaridad en su país, a inicios de la década de los 80, tuvieron una fuerza enorme.

Empero, requirió de respaldo de Europa y de todo el mundo ante el reto que entonces implicaba enfrentarse a la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) y al comunismo en sí. Participante en la plenaria Deja tu huella por la paz y el desarrollo, Walesa propuso que los políticos y la sociedad en sí deben organizar a la gente para que pueda resolver esos retos y, también, enseñarles cómo ir más allá.

Tráfico de menores

El premio Nobel de 2014, el indio Kailash Satyarthi, recordó su activismo contra la esclavitud de menores ante la indiferencia de instancias como la ONU, que comenzó a atender este flagelo hasta 1989.

Ninguna agencia de la ONU ha reconocido que la esclavitud y el tráfico de menores es un problema tan grave y tan serio "por lo tanto, mientras estoy sentado aquí con ustedes, estamos pagando el coste y perdiendo muchos seres humanos", dijo.

Al recordar que en su juventud recibió maltrato físico, añadió, como Walesa, "que ningún problema en el mundo puede ser resuelto de manera aislada y en silencio. Los problemas tienen que ser corregidos y sólo así llegarán las soluciones". Afirmó también que los niños del mundo deberían tener juguetes en las manos en vez de trabajar, y a los jóvenes presentes les dijo que son el cambio para un mejor futuro de la humanidad.

La riqueza y la globalización

En ese mismo panel, la activista yemení Tawakkol Karman, criticó la distribución actual de la riqueza en el mundo debido al proceso globalizador. Todos los países deben beneficiarse de esta globalización y no sólo las naciones ricas, que no ayudan verdaderamente a las pobres y lo único que hacen es robar el bienestar de las tierras", denunció. Compran sus tierras, de manera directa o indirecta, a través de sus empresas multinacionales, es decir, están robando el bienestar latinoamericano y de otros países y ese es un ataque real, acusó.

La Nobel de la Paz de 2011 dijo que es necesario levantar la voz y dirigirse a los países ricos, que apoyan a los dictadores y que son los que roban el bienestar de los seres humanos en todo el mundo "y por ello debemos pedirles que detengan esos ataques", afirmó.

Violencia, guerra y odio

El Nobel de la Paz de 2016, el ex presidente colombiano Juan Manuel Santos, manifestó su preocupación por la amenaza conjunta que supone la destrucción del orden mundial que durante las últimas décadas ha preservado la paz, y el cambio climático, que amenaza la supervivencia de la humanidad.

El activista sudafricano Sello Hatang, directivo de la Fundación Nelson Mandela, dijo que no es posible seguir en la espiral de la violencia y que el mundo busca la liberación de los gobiernos represores, de la guerra y del odio.

Hatang, quien tomó parte en la plenaria las Culturas Originarias y la Paz Regional, alertó también de que el primer peligro que las personas indígenas y pueblos originarios afrontan es que el colonizador determina su agenda. Y ello viene con la pérdida de la lengua y del idioma, porque la identidad viene de la mano con la lengua, si tú ya no te puedes expresar en tu idioma, la pérdida del yo, de tu identidad se convierte en una realidad", apuntó.

El foro, que reunió a más de 1.000 personas de países de todo el mundo en Mérida, capital del estado mexicano de Yucatán, proseguirá el viernes y el sábado con ponencias, reuniones plenarias y talleres entre otras actividades. La conclusión será el mismo sábado con una presentación del cantante puertorriqueño Ricky Martin en el tradicional Paseo de Montejo, principal avenida de esta ciudad, ante unas 25.000 personas.