El presidente de la Comisión Europea, Romano Prodi, hizo ayer desde el foro Tribuna Barcelona su aportación personal al debate sobre el futuro de la Unión Europea, mostrándose inflexible en una cuestión: Europa no puede tener más que un solo gobierno. "Un presidente del Consejo y un presidente de la Comisión con poderes ejecutivos crean gran confusión", subrayó Prodi, que dio un no rotundo a una estructura de mando bicéfala en la Unión Europea.

Prodi esbozó a la largo de casi dos horas su visión de la construcción europea, algo que definió en tono entusiasta como un "experimento grandioso". Así, el presidente de la Comisión subrayó que el proyecto europeo es único porque, a diferencia de EEUU, "donde todos los pueblos se funden para conformar una nueva aleación, nosotros construimos nuestro edificio soldando entre sí pedazos diferentes". "Nuestra fuerza nos la da la riqueza de las tradiciones diversas", dijo.

LA GLOBALIZACION

Prodi defendió la ampliación como la respuesta "totalmente europea" a la globalización pero puso fronteras a la nueva UE. "Europa no se puede convertir en una mermelada que se amplía sin ninguna regla", dijo. En ese sentido, se mostró partidario de definir las fronteras de la UE, que situó en Rusia y Marruecos, países, con los que se "deberá construir una relación de buena vecindad".