El presidente de la República Centroafricana, Michel Djotodia, pidió hoy a su homólogo francés, François Hollande, una intervención "urgente" que permita devolver la calma a la capital de su país, afectada desde esta madrugada por disturbios provocados por grupos rebeldes.

En declaraciones telefónicas a la televisión francesa BFMTV, el presidente de transición, de confesión musulmana, atribuyó los disturbios a "elementos descontrolados 'anti-Balaka'", fieles al expresidente François Bozizé, de confesión cristiana.

"No es un golpe de Estado, son elementos descontrolados, 'anti-Balaka'", afirmó Djotodia, que aseguró que quieren aprovechar que mañana se inicia en París una cumbre entre Francia y unos 40 jefes de Estado y Gobierno africanos.

El presidente del país afirmó que ha escrito a Hollande para pedir que ponga a disposición de la República Centroafricana "con urgencia, elementos que permitan estabilizar la situación" con ayuda de los cascos azules de la ONU.

Djotodia señaló que la intervención de Francia puede ser muy rápida porque hay un destacamento de ese país desplegado en la República Centroafricana y que, según él, contribuyó a restablecer la calma en las últimas semanas.

Hasta que de madrugada se produjeron los disturbios que han provocado que el presidente considere urgente la intervención francesa.

Según el Estado Mayor francés, más de 250 soldados franceses se encuentran desplegados en el país, la mayor parte procedentes de su misión permanente en la República Centroafricana, dedicada esencialmente a la protección del aeropuerto de Bangui.

A finales del mes pasado, Francia comenzó a reforzar ese destacamento y a preparar una misión militar de mayor envergadura que está pendiente de la autorización del Consejo de Seguridad de la ONU.

El ministro de Exteriores francés, Laurent Fabius, indicó hoy que la resolución, que permitirá el uso de la fuerza, será adoptada esta misma jornada, lo que permitirá el despliegue de la fuerza africana apoyada por Francia.

La inestabilidad en la República Centroafricana se intensificó cuando el pasado 24 de marzo la capital fue tomada por rebeldes del grupo Séléka, una coalición de cuatro grupos musulmanes, lo que obligó a abandonar el país a Bozizé.

Séléka se había levantado contra el poder en diciembre de 2012 al considerar que el presidente no había respetado los acuerdos de paz firmados en 2007.

Djotodia afirmó que la intervención francesa no perseguirá apoyar a ningún grupo en particular y aseguró que él es partidario de proseguir con la transición democrática del país.

"Francia es un país amigo de todo el pueblo centroafricano, no de una parte", afirmó.

"Francia no viene para tomar parte por un grupo, está aquí para ayudar a todo el pueblo centroafricano, cristianos, musulmanes y extranjeros que están en nuestro territorio", dijo.

El presidente aseguró que los franceses va a ayudar a su país a "acabar de forma calmada la transición y que el orden constitucional vuelva lo antes posible".

Djotodia señaló que la República Centroafricana está en la vía de la democracia y que la prioridad es "la paz para todos".