Juntos haremos una faena segura. Compañía minera San Esteban. El cartel puesto por los due- ños del yacimiento San José se mantuvo como una burla durante todos estos días en el campamento La Esperanza. "A esta mina no se baja más", aseguró ayer André Sougaret, el jefe de los equipos de rescate. El presidente, Sebastián Piñera, ratificó que estos 70 días no habrán pasado en vano. "Aquí no va a haber impunidad. La justicia y el Gobierno ya están trabajando".

Piñera confesó que las palabras que muchos mineros repitieron al salir de las profundidades "le llegaron al alma", en especial cuando Luiz Urzúa, el jefe de turno, le pidió: "Esto no debe volver a ocurrir". El mandatario se comprometió a no permitir "nunca más" que se trabaje en condiciones tan "inseguras e inhumanas" como en la mina San José, que carecía de las dos vías de escape que exige la legislación.

DESAPARECIDOS Mientras el dirigente chileno hablaba en el Hospital de Copiapó, muchos se preguntaban sobre el paradero de Marcelo Kemeny y Alejandro Bohn, los dueños de la compañía San Esteban. Tras saberse que los mineros estaban vivos, ni Bohn ni Kemeny volvieron a pisar el campamento.

El rescate de los operarios costará entre 10 y 20 millones de dólares. El Consejo de Defensa del Estado, que representa al Gobierno, ya inició acciones legales contra los propietarios de la mina.