Mientras la mayoría de la comunidad internacional ha reconocido la victoria del candidato demócrata, Joe Biden, en los comicios presidenciales estadounidenses, México espera los resultados oficiales. Paradójicamente, el presidente izquierdista Andrés Manuel López Obrador ha dicho que esperaba a que las autoridades se pronunciaran sobre el posible caso de fraude. No obstante ha asegurado este lunes no tener "ningún problema" con el "posible" presidente Joe Bien.

En su comparecencia diaria, el mandatario mexicano ha insistido en "actuar con prudencia" y en seguir el mandato constitucional de "no intervención y de autodeterminación de los pueblos", añadiendo que él tampoco quiere injerencia extranjera en los asuntos mexicanos. El mandatario ha dicho que reconocerá "lo que se decida en las instancias competentes en Estados Unidos".

López Obrador ha explicado: "No estamos a favor de ningún partido en Estados Unidos, tenemos muy buena relación con el Gobierno del presidente Donald Trump porque ha habido una relación de respeto, de no intervención, y no tenemos ninguna diferencia con el candidato del Partido Demócrata, el señor Biden". Subrayó que cualquiera que sea el resultado en Estados Unidos, su mayor socio comercial y con el que comparte una frontera de más de 3.000 kilómetros, buscará mantener una buena relación con el futuro inquilino de la Casa Blanca.

MANTENER BUENAS RELACIONES CON TRUMP

México se ha sumado a Brasil, Rusia y China en no reconocer la victoria de Biden por ahora. Para algunos analistas, esta decisión deja a México en una posición débil ante el futuro Gobierno de Biden, mientras que para otros es una decisión acertada dado que Trump será presidente hasta el 20 de enero y conviene mantener una buena relación ante sus impredecibles amenazas.

Cabe destacar que, contra todo pronóstico y a pesar de los insultos del mandatario estadounidense contra México y los migrantes, López Obrador y Trump han mantenido hasta ahora una buena sintonía basada en que ambos se ven como gobernantes "anti-establishment".

Desde el inicio de su mandato, el presidente mexicano ha salido solo una vez del país y fue para reunirse con Trump en la Casa Blanca, donde ambos celebraron la puesta en marcha del nuevo acuerdo comercial T-MEC y escenificaron una amistad que parece explicar la actual postura de México ante las elecciones de Estados Unidos.