Los bolivianos decidían ayer en referendo si aceptaban la nueva Constitución y, antes de saberse los resultados, el Gobierno ya se sentía ganador. El presidente, Evo Morales, afirmó que la diferencia a favor del iba a ser "enorme". Una encuesta a pie de urna de la red televisiva Unitel indicaba que el 60% de los votantes del país más pobre de América Latina apoyaron el proyecto del presidente, frente al 40% que se pronunció por el no .

La oposición autonomista, por su lado, denunció "irregularidades" en algunas mesas electorales. Morales, para quien el referendo de ayer "decidía el destino" de Bolivia, no tardó en responderles y aseguró que estas alegaciones obedecen a "la agonía de los derrotados". El vicepresidente, Alvaro García Linera, advirtió a la rebelde Santa Cruz, que lidera la presión autonomista contra el Gobierno, que un eventual triunfo del no en esa región no cambiará la marcha de los acontecimientos.

La historia de Bolivia da cuenta de 20 reformas constitucionales. Pero es la primera vez que los ciudadanos han podido decidir a través del voto directo. Y han tenido que hacerlo con un simple o no . Otra forma de entender que la política boliviana no acepta matices. Los indecisos, según el diario cruceño El Deber , "son habitantes de otro planeta".

PACHAMAMA "En tiempos inmemoriales se erigieron montañas, se desplazaron ríos, se formaron lagos ..., nuestros llanos y valles se cubrieron de verdores y flores. Poblamos esta sagrada Madre Tierra (Pachamama) con rostros diferentes, y comprendimos desde entonces la pluralidad vigente de todas las cosas .... Jamás comprendimos el racismo hasta que lo sufrimos desde los funestos tiempos de la colonia", dice el preámbulo de la Carta Magna.

La nueva Constitución reconoce a las 36 naciones indígenas "previas a la invasión". En adelante, será el Estado el motor y regulador de la economía. El acceso al agua, la electricidad, el gas y las telecomunicaciones son considerados "derechos fundamentales". La nueva Carta Magna marca límites a la propiedad rural, que será de 5.000 o 10.000 hectáreas, según lo que decidan los bolivianos en una consulta paralela, y reconoce las autonomías regionales, pero estas se superponen con las de los pueblos indígenas originarios.

El texto definitivo de la Constitución fue aprobado en diciembre del 2007 por la Asamblea Constituyente, pero sin el concurso de la oposición. Después de la crisis de septiembre del 2008, la oposición derechista la avaló, pero se modificaron 100 artículos. Sin embargo, el contenido general sigue siendo problemático, y no solo para la élite cruceña. La exconstituyente Loyola Guzmán, que en 1967 formó parte de la guerrilla de Ernesto Che Guevara, votó no porque la Carta Magna está lejos de ser un "verdadero pacto social" y porque reconoce "derechos que luego no se podrán ejercer".

La Constitución se redactó en pleno frenesí de las nacionalizaciones de los hidrocarburos, con el beneficio que reportaban los altos precios internacionales del gas y la ilusión de que el control de los recursos naturales sentaría las bases de un Estado moderno y benefactor.

Pero ese diseño no contemplaba una crisis económica como la que afecta al planeta. La Cámara Boliviana de Hidrocarburos (CBH) acaba de advertir que vienen tiempos de ajuste. Los 2.200 millones de euros obtenidos por las exportaciones de hidrocarburos en el 2008 se reducirán, con suerte, a la mitad.

EL PAIS QUE VIENE El país posreferendo será distinto, pero no terminará de despejar el horizonte de turbulencias que algunos imaginan. Alejandra Añez, una actriz televisiva cómica, pidió a aquel que obra milagros que la dote de "paciencia" para poder "soportar" al presidente, "bondad para tratarlo" y "amor para perdonarlo".