William Rehnquist no pudo regresar ayer al trabajo, tal y como había prometido la semana pasada. El presidente del Tribunal Supremo de EEUU dijo a través de un comunicado que debe continuar con el tratamiento de un cáncer de tiroides. "Según los médicos, mi intención de volver hoy por ayer a mi oficina era demasiado optimista", declaró Rehnquist, de 80 años, que tiene que someterse a radioterapia y quimioterapia.

La salud de Rehnquist puede resultar trascendental en estas elecciones si se llega a la misma situación del 2000. Entonces, el Supremo adoptó la decisión de detener un recuento de votos en Florida, que certificó el triunfo de Bush sobre Al Gore.