El Presidente de la República de Turquía, Ahmet Necdet Sezer, vetó hoy la reforma constitucional presentada por el Gobierno del Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP, islamista moderado) y que incluía la elección directa del Jefe del Estado.

El Parlamento deberá ahora celebrar una nueva sesión en la que, previsiblemente, se aprobará la reforma, tras lo cual al Presidente de la República no le quedará más salida que aprobarla o someterla a referéndum, según indica la ley turca.

El cambio en el sistema para elegir un presidente fue impulsado por el AKP tras fracasar en el Parlamento la elección de su candidato a la presidencia, el islamista moderado Abdulá Gül, debido a la falta de quórum causada por el boicot de la oposición.

La Gran Asamblea Nacional de Turquía, que ya aprobó el pasado 10 de mayo la reforma constitucional, deberá ahora celebrar una nueva sesión parlamentaria en la que, previsiblemente, se dará nuevamente el visto bueno a la reforma, tras lo cual al Presidente de la República no le quedará más remedio que aprobarla o someterla a referéndum, según indica la ley turca.

El vicepresidente del grupo parlamentario del AKP, Irfan Gündüz, anunció hoy que la ley vetada será analizada a partir de mañana por la comisión constitucional del Parlamento. "El lunes o el martes podrá volver a ser votada", añadió.

El primer ministro, Recep Tayyip Erdogan, criticó el miércoles a Sezer por haber "forzado" el plazo de quince días que le otorga la ley para revisar las reformas constitucionales, e impedir así que el gobierno pueda convocar el referéndum coincidiendo con las elecciones legislativas anticipadas del 22 de julio.

Una vez que el Parlamento turco dé por segunda vez el visto bueno a la elección presidencial, el Presidente de la República contará con otros quince días para revisar la ley y mandarla a referéndum en caso de que reitere su rechazo. Entonces, el gobierno deberá convocar el referéndum sobre la reforma constitucional con un margen de al menos cuarenta días, por lo que los plazos resultan demasiado ajustados.