José María Aznar se enfrentará en las próximas 24 horas con las dos pruebas más duras dentro de la ofensiva diplomática que desarrolla para explicar su postura en la crisis de Irak. En París y el Vaticano, el presidente intentará buscar puntos de coincidencia con el presidente de Francia, Jacques Chirac, y con el Papa.

La audiencia con Juan Pablo II se produce una semana después de que la Conferencia Episcopal se posicionara contra la guerra y recordara que las palabras del Papa son de obligado cumplimiento para todos los católicos.