En una situación que pone al descubierto la realidad que se vive en las cárceles de los EEUU, los reclusos de 17 estados iniciaron una huelga de hambre y un paro laboral, en protesta por la situación del sistema penitenciario de ese país, que lo consideran abusivo y que denigra sus derechos.

La huelga que ha sido programada para que dure hasta el próximo 9 de septiembre, fue convocada por el Comité Organizador de Trabajadores Encarcelados (IWOC, en inglés) y surge en respuesta a los disturbios registrados en Lee Correctional Institution, una prisión de máxima seguridad en Carolina del Sur, donde siete personas murieron el pasado 15 de abril durante un motín.

Durante estos días, los huelguistas rechazarán sus asignaciones laborales en la cárcel, participarán en sentadas pacíficas y alguno de ellos además realizará ayunos, medidas con las buscan concienciar y pedir que se tomen medidas para mejorar el sistema penitenciario de los Estados Unidos.

Abusos y racismo en las prisiones

Entre sus quejas figuran el trabajo obligatorio por bajos salarios, las malas condiciones de vida, las muertes en la cárcel, la privación del derecho al voto, el acceso limitado a la rehabilitación, la reforma de sentencias y en definitiva el fin de la esclavitud carcelaria.

"Una cultura de castigo, combinada con la animadversión racial y de clase, ha llevado a EEUU a confiar en el encarcelamiento más que cualquier otro país en el mundo” señaló IWOC en un comunicado, en donde además agregó que “el costo humano y financiero de la encarcelación masiva es asombroso y la carga recae de manera desproporcionada en los pobres y personas de color".

Udi Ofer, director de la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU), el mayor grupo de derechos civiles de Estados Unidos, mostró su apoyo a los huelguistas y pidió a los funcionarios penitenciarios que no respondan con represalias.

"ACLU respalda las demandas de la huelga de prisiones a nivel nacional, incluida la demanda de derecho de voto. Nuestro país es más fuerte cuando las personas más marginadas y directamente afectadas por políticas injustas levantan sus voces en señal de protesta y exigen un futuro diferente", concluyó