El durante 71 años todopoderoso Partido Revolucionario Institucional (PRI) perdió el domingo otros cinco millones de votantes y no ganó en ningún estado, a pesar de contar aún con 17 de los 32 gobernadores estatales, más del 60% de los ayuntamientos del país y una fuerte maquinaria por doquier. Con el frustrado candidato presidencial, Roberto Madrazo, al borde del llanto, los priístas calificaron de "traidores" a los gobernadores, que "no pusieron todo su peso político en el proceso".

La debacle quedará patente en la Cámara, donde el PRI pasará de ser la actual mayoría, con 203 de los 500 diputados, a una inédita minoría, con 119 escaños. Si se confirman los resultados provisionales, el Partido de Acción Nacional (PAN) contará con 208 diputados y el Partido de la Revolución Democrática (PRD) con 159. El antaño partido oficial casi único recibirá algo menos de 20 millones de euros anuales, menos de la mitad de la financiación que recibía.

Madrazo consiguió salvar y rehacer el partido tras las elecciones del 2000, pero todos sus antecedentes de fraudes y fortunas acabaron por convertirlo en un mal candidato. Ayer, trataba de salvar su liderazgo, pero la exsecretaria general, Elba Gordillo, ya buscaba un bloque que "tome el control" para "recuperar al PRI".