El exespía ruso Aleksandr Litvinenko es el primer asesinado con polonio-210 y la segunda víctima de esta sustancia radiactiva. En 1898, la asistenta de Pierre y Marie Curie se intoxicó de forma accidental. Han pasado ya 108 años desde el descubrimiento del matrimonio, que bautizó el nuevo elemento con el nombre de polonio, en homenaje a Polonia, tierra natal de madame Curie.

La segunda víctima del polonio-210, registrada el 23 de noviembre en Londres, ha aparecido, pues, más de cien años después de que el elemento se cobrara la primera. El polonio de ahora poco tiene que ver con el descubierto por el matrimonio de científicos. Los Curie lo aislaron directamente del mineral de uranio. Se necesita en total una tonelada de este para sacar solamente 100 microgramos de polonio-210.

La elección del polonio-210 como veneno es "brillante y perversa", tal y como escribía el pasado viernes el físico Peter Zimmerman en el The Wall Street Journal, porque destruye tejidos internos, provoca hemorragias y quema los órganos, aunque solo si se ingiere. "No obstante, implica toda una organización para obtenerlo, transportarlo y administrarlo", añadió.

El descubrimiento de los Curie fue extraordinario, pero poco rentable en la industria militar y civil. Es por eso que el polonio hoy se obtiene de forma artificial en estaciones nucleares a partir del bismuto, un elemento químico más abundante. Se trata de una tecnología que está al alcance de unos pocos gobiernos y empresas.

El país productor

El cadáver de Litvinenko presentaba restos de polonio y otras sustancias que están siendo analizadas por la policía científica británica. Pero, ¿estos restos pueden conducir hasta el país productor del polonio?

En eso confía Scotland Yard. Aunque la posibilidad es remota, los investigadores esperan encontrar otros elementos utilizados en la obtención del polonio para hallar pistas. No todos los productores lo hacen de la misma manera y algunas veces el polonio obtenido tiene impurezas de otros elementos.

El profesor de física Miguel Villarrubia explica los dos métodos. En esencia, los reactores nucleares usan uranio-238, que se transforma primero en bismuto-210 y a los pocos días en polonio-210. En cuanto a los laboratorios, el elemento se obtiene a partir del bismuto-209, que se somete a un "chorro de neutrones". El bismuto emite partículas beta que dan polonio, que tiene una vida media de 138,5 días.

En ambos procedimientos, es posible que se produzca alguna impureza, en cantidades pequeñísimas. Aleksander Safonnov, jefe de la lucha antiterrorista de Rusia, ha ofrecido su colaboración a los británicos. "Las peculiaridades del trabajo con materiales radiactivos demuestran realmente que, siguiendo la cadena, siempre es posible definir con bastante exactitud al productor, no solo el país de procedencia, sino también el laboratorio concreto", afirma a la agencia Novosti. Villarrubia no lo ve imposible, "aunque sí muy difícil".

Sospechas

El responsable de la agencia atómica rusa, Sergei Kiriyenko, asegura que su país fabrica 8 gramos de polonio al mes. El material se comercializa, a través de la compañía Tekhsnabexport, a Estados Unidos y España, entre otros países. Los investigadores británicos creen que el veneno que mató a Litvinenko --alrededor de medio miligramo-- pudo fabricarse en la planta siberiana de Zheleznogorsk. Los rusos lo dudan. Como en los mejores tiempos de la guerra fría.