Cuando a media mañana de ayer, el responsable de la prisión donde se halla Sadam Husein llamó por teléfono a su abogado, pidiéndole que designara a una persona para recoger sus enseres personales, la suerte del dictador iraquí ya parecía echada. Y cuando Munir Hadad, juez del Tribunal de Apelaciones, anunció anoche que el reo iba a ser colgado "durante la noche (de ayer) o a primera hora de la mañana" (de hoy), nadie parecía ya dudar en el país árabe de que Sadam vivía los últimos momentos de su existencia.

Anoche, el Gobierno de Bagdad, reunido en la Zona Verde, decidió que Sadam sería ejecutado antes del amanecer de hoy, según informó un alto cargo iraquí. A la desesperada, los abogados intentaban frenar la transferencia del reo a las autoridades de Bagdad con un recurso ante un juez de EEUU. Solo la festividad de L´Aïd al Adha o Fiesta del Sacrificio, que se prolonga durante cuatro días y en la que los musulmanes conmemoran la disposición del profeta Abraham a sacrificar a su hijo Ismael, a petición de Dios, podría posponer la ejecución unos días.

El primer ministro iraquí, Nuri al Maliki, quien ayer estampó su firma en la sentencia de muerte de Sadam, planteó a líderes religiosos chiís y sunís la pregunta de si procedía ahorcar a un reo durante la festividad. La respuesta, al parecer, fue positiva, siempre y cuando la ejecución tuviera lugar antes del mediodía de hoy (10.00 horas en España) hora en que comienza oficialmente el periodo festivo.

"Todos los documentos necesarios para su ejecución parecen estar listos; a Sadam ya no le queda mucho tiempo antes de la aplicación de la sentencia", proclamó, a primera hora de la noche de ayer, Sami al Askari, un cercano colaborador del primer ministro iraquí. "La ejecución tendrá lugar, ya sea al alba (de hoy), ya sea después de las vacaciones de L´Aïd al Adha", declaró la misma fuente. La decisión del chií Maliki de ejecutar inmediatamente a Sadam, sin que responda ante la justicia por el grueso de sus atrocidades, no está exenta de riesgos.

Además de acrecentar el clima de guerra civil entre sunís y chiís, Sadam ha sido condenado solo por uno --el asesinato de 148 chiís en Dujail en 1982-- y ni siquiera ha sido sentenciado por el genocidio kurdo, lo que podría irritar a esa comunidad. Pero, para el primer ministro, no hay razón alguna para amnistiar a Sadam. "Nadie puede oponerse a la ejecución; aquellos que se oponen atentan contra la dignidad de los mártires de Irak".