La presidencia del Gobierno italiano informó ayer, en plena manifestación de los progresistas, que por la mañana el primer ministro se había visto obligado a cambiar de avión para viajar a Milán por una amenaza de bomba, captada por radio en el aeropuerto de Ciampino. La bomba no estaba. "¡Quién sabe cuántas más alarmas se producirán!", comentó Pierluigi Bersani, secretario del progresista PD. "¿Una falsa alarma de bomba? Pues eso", ironizó, por su lado, Antonio di Pietro, del IdV.