Occidente considera que tras la puesta en marcha de la central nuclear de Bushehr, a orillas del golfo Pérsico, con el objetivo de producir energía eléctrica, el régimen iraní tiene ahora, menos razones que nunca para seguir enriqueciendo uranio. La televisión iraní mostró ayer al jefe del programa nuclear iraní, Alí Albar Salehi, y a su homólogo ruso, Serguéi Kiriyenko, supervisando la preparación de un cilindro de combustible nuclear a punto de ser insertado en el reactor atómico.

Se calcula que la central comenzará a producir energía eléctrica en los próximos dos o tres meses. "Pese a todas las presiones, las sanciones y las dificultades planteadas por Occidente, estamos siendo testigos del comienzo del más importante símbolo de las actividades nucleares pacíficas iranís", declaró Salehi en una rueda de prensa. Desde París, en un comunicado, el Ministerio del Interior subrayó que "la puesta en marcha de la central de Bushehr, alimentada por Rusia, demuestra que Irán no tiene necesidad de llevar a cabo actividades de enriquecimiento de uranio para beneficiarse de la energía nuclear civil".

Rusia se ha comprometido a suministrar el combustible necesario para su funcionamiento y a recuperarlo tras su uso para reducir los riesgos de diseminación de plutonio contenido en los deshechos. "La construcción de la planta nuclear en Bushehr es un claro ejemplo que demuestra que cualquier país, si cumple la legislación internacional existente, debe tener la oportunidad de acceder al uso pacífico del átomo", subrayó Kiriyenko al comparecer ante la prensa.

La planta nuclear de Bushehr estará bajo la supervisión del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA). Al margen de Bushehr, central que comenzó a construirse en la época del sah Mohamed Reza Palhevi con ayuda de compañías alemanas pero se paralizó después, el régimen de los ayatolás lleva a cabo un programa de enriquecimiento de uranio visto con sospecha por Occidente. Dichas inquietudes fueron alimentadas en febrero al lanzar la producción de uranio enriquecido al 20% para su reactor de investigación en Teherán. A este punto también se refirió ayer Salehi durante la puesta en marcha de Bushehr. "No teníamos la intención de enriquecer uranio al 20%, aunque no hemos recibido una respuesta positiva de los occidentales sobre la demanda iraní de combustible para el reactor", dijo. El responsable subrayó la determinación de Teherán de continuar enriqueciendo uranio a un 3,5%.