La ampliación de la Unión Europea (UE) se estrena con mal pie y comienza a quebrar la credibilidad comunitaria. Los gobiernos de los 25 nombraron ayer a los miembros de los nuevos países en el Tribunal de Cuentas de la UE, incluido el candidato eslovaco, Julius Molnar, cuya nominación fue rechazada por el Parlamento Europeo ante su incompetencia manifiesta para el cargo.

La comisión parlamentaria de control presupuestario, tras examinar a los candidatos, concluyó que los aspirantes de Chipre y Eslovaquia carecían de las competencias mínimas. Chipre retiró su candidato, pero Eslovaquia mantuvo el suyo. Esto provocó que la Eurocámara rechazara su nombramiento. Los 25 argumentaron que el dictamen de la Eurocámara no es vinculante y que Eslovaquia había insistido en mantener su candidato.