La lista de víctimas mortales en los atentados del 11-S contra las Torres Gemelas va a incrementarse con un nuevo nombre y, cuando lo haga, la cifra de fallecidos en el día más fatídico de Nueva York alcanzará los 2.750. El nombre que se añadirá a esa lista es el de Felicia Dunn-Jones, en cuya autopsia, hasta ahora, se hablaba de causas naturales para explicar su muerte. Sin embargo, el máximo responsable forense de Nueva York, el doctor Charles Hirsch, ha reconocido ahora que en la muerte de Dunn-Jones, una abogada que trabajaba en el área de los atentados, influyó respirar por unas horas el polvo extremadamente tóxico que provocó el derrumbe de las Torres Gemelas el 11 de septiembre del 2001. En su autopsia la nueva causa de su muerte será homicidio.

SIN PRECEDENTES Con la aceptación de que ese polvo tóxico afectó a Dunn-Jones se abre un amplio abanico de posibilidades de demandas legales y un nuevo camino político para que los bomberos, policías, médicos, trabajadores de la construcción y voluntarios reciban la asistencia médica que se les ha facilitado con cuentagotas e incluso se les ha negado.