Las primeras estimaciones sobre el resultado del referéndum en Irlanda sobre el Tratado de Lisboa, cuyo recuento de votos comenzó hoy, apuntan a un triunfo del "no". Según informa la Radiotelevisión Irlandesa (RTE), las primeras proyecciones de los observadores o "contadores de votos" que presencian la apertura de las urnas apuntan a una victoria del "no" y, aunque estas previsiones no son oficiales, normalmente son buenos indicadores de la cifra final. En casi todas las circunscripciones de la capital, como Dublín Sur-Oeste, Norte-Oeste, Central y Norte-Este, el "no" obtiene un 60 por ciento de los sufragios, frente al 40 por ciento del "sí".

En la circunscripción de Dublín Sur-Este los avances de los detractores del Tratado son incluso mayores, un 70 por ciento frente a un 40 por ciento. La misma tendencia se aprecia en otras partes del país, como el distrito electoral de Limerick-Oeste, donde el "no" obtiene, de momento, un 59 por ciento de los sufragios y el "sí" un 41 por ciento. Las cifras son similares en el resto de las 43 circunscripciones de Irlanda y sólo en unas pocas los dos bandos registran porcentajes igualados, según la RTE. El "no" gana también en Tipperary-Sur (50,3-49,7), Galway-Oeste (56-43), Sligo-Leitrim (66-34), Roscommon-Sur Leitrim (55-45), Donegal Sur-Oeste (55-45), Donegal Norte-Este (63-37), Louth (57-43) y Meath Oeste y Este (60-40 en ambas).

Por contra, las dos circunscripciones del condado de Kildare (al suroeste de Dublín) registraban victorias del "sí" por un estrecho margen. El ex primer ministro irlandés Garreth Fiztgerald declaró hoy a una emisora local que las proyecciones son "preocupantes". El recuento de votos del referéndum del jueves sobre el Tratado de Lisboa comenzó hoy a las 08.00 GMT (09.00 hora local) y los resultados finales serán anunciados por el Gobierno hacia la media tarde en el Castillo de Dublín.

Al cierre de los colegios electorales la pasada noche (21.00 GMT), las primeras previsiones sobre la participación ciudadana en las urnas se situaban en torno al 40 ó 45 por ciento, lo que, en principio, parecía dar una ligera ventaja a los defensores de documento comunitario.