Los tres principales partidos políticos británicos alcanzaron hoy un acuerdo destinado a establecer eventualmente un nuevo sistema de regulación de la prensa, según informaron hoy fuentes gubernamentales.

Los partidos Conservador, Laborista y Liberal Demócrata acordaron un borrador que podría derivar, si finalmente es aprobado, en una Carta Real a finales de octubre, tras meses de debate sobre cómo implementar las recomendaciones del juez Brian Leveson, que analizó durante meses la conducta de la prensa escrita.

"Tenemos un acuerdo, y el Partido Laborista finalmente se ha mostrado conforme con los cambios propuestos por la ministra de Cultura para que funcionen", apuntaron hoy fuentes oficiales que cita la cadena pública BBC.

El acuerdo llega después de que estos grupos políticos trataran de establecer cómo poner en práctica las recomendaciones dadas en noviembre de 2012 por el juez Brian Leveson para reformar la prensa nacional.

En un exhaustivo documento, Leveson aconsejaba la creación de un organismo independiente amparado por ley para velar por la ética de una prensa muy criticada por sus excesos.

El informe fue encargado por el Gobierno de David Cameron para examinar las prácticas y la ética de la prensa tras los abusos evidenciados por el caso de las escuchas ilegales cometidas por reporteros del clausurado dominical "News of the World".

En un intento por implementar los consejos de Leveson, esos grupos políticos propusieron un marco regulador que rechazó el pasado abril gran parte de la prensa escrita británica.

El sector periodístico presentó, alternativamente, su propio proyecto, que fue a su vez rechazado, según anunció esta semana la titular de Cultura, Maria Miller.

El texto elaborado por los grupos políticos ha sido ahora modificado y mejorado, con ideas presentadas por el sector periodístico, hasta que finalmente los partidos le han dado su visto bueno.

Los laboristas accedieron a introducir una serie de cambios propuestos por la titular de Cultura y destinados a hacer que esa Carta Real propuesta fuera más "digerible" para la prensa, según las mismas fuentes.

Entre los cambios acordados figuran un nuevo servicio de arbitraje de pago cuyo fin sería impedir acusaciones especulativas a los periódicos.

Además, los partidos acordaron también que la industria establezca un código de conducta para directores de periódicos, que tiene que ser aprobado por el regulador independiente de la prensa escrita.