Conocido hasta ahora por sus aventuras como playboy y sus partidas de golf en los lugares más exóticos del mundo, el príncipe Andrés de Inglaterra ha irrumpido inesperadamente en el ámbito de la política internacional. En plena campaña presidencial estadounidense, y rompiendo el protocolo, el duque de York ha criticado la estrategia de la Administración de Bush en la reconstrucción de Irak.

En una entrevista concedida al diario International Herald Tribune, horas antes de iniciar ayer una gira por EEUU acompañando a hombres de negocios británicos, Andrés afirmó que Washington debió haber escuchado los consejos de Londres en la reconstrucción iraquí. El Reino Unido tiene, dijo, un pasado imperial y una experiencia colonial que debía haberse aprovechado. "Si echas un vistazo al colonialismo, a las operaciones a escala internacional, a la comprensión de la cultura del otro, a la asimilación de cómo operar en una campaña de insurgencia militar, nosotros hemos pasado por todo eso", señaló quien ocupa el cuarto puesto en la línea de sucesión. "Existe bastante experiencia, que es válida y que deberíamos escuchar --prosiguió--. Hay ocasiones en que la gente en el Reino Unido desearía que quienes están en puestos de responsabilidad en EEUU pudieran escuchar y aprender de nuestras experiencias".

Los comentarios de Andrés rompen con la imparcialidad política a que está obligada la Corona, pero coinciden con lo dicho por el exministro de Defensa Geoff Hoon.