Las fuerzas de seguridad británicas temen que el príncipe Enrique se convierta en un objetivo prioritario para Al Qaeda cuando sea enviado a Irak, en mayo. El nieto de Isabel II ha sido amenazado desde varios portales de internet por la organización islamista, según aseguraba ayer el diario The Sun. "El príncipe Harry será enviado a Irak para que le maten los musulmanes", dice uno de los mensajes en la red. "¡Que Alá le dé lo que se merece, como a sus compañeros cruzados!", pide otro.

El tercero en la línea de sucesión al trono y sus compañeros del regimiento de los Blues and Royals recibirán en los próximos días un curso de entrenamiento pensado para afrontar situaciones de emergencia con las que quizá se encuentren en Irak, incluido el secuestro. Entre otras eventualidades, simularán haber sido tomados como rehenes por los insurgentes durante el cursillo, en una base militar de Norfolk, en el sureste de Inglaterra. Empleando al parecer gases lacrimógenos y granadas, los soldados liberarán a los falsos secuestrados, entre los que estará el hijo de Carlos de Inglaterra. "Oficialmente Enrique será tratado como cualquier otro soldado, pero todo el mundo sabe hasta qué punto los insurgentes están desesperados por ponerle la mano encima", señaló una fuente de los Blues and Royals a The Sun .

"Encantado" La presencia de Enrique en Irak promete ser una auténtica pesadilla para las fuerzas de seguridad. Los altos mandos militares temen que el corneta Gales , como se le conoce entre las tropas, pueda ser apresado por radicales islámicos para ser mostrado en las televisiones del mundo entero. El príncipe, que dijo sentirse "encantado" cuando se confirmó su destino en el frente iraquí, sería un arma publicitaria de primer orden para la insurgencia. "Es un joven valiente y decidido, con un carácter muy especial", ha declarado el primer ministro, Tony Blair. El joven subteniente será comandante de tropa de una unidad con 12 hombres a su cargo y 4 vehículos acorazados de reconocimiento.

El Ministerio de Defensa asegura que será tratado como uno más. Sin embargo, antes incluso de pisar Irak, Enrique ya tiene concedido un permiso de dos semanas. El motivo no es otro que el concierto de música que está preparando con su hermano Guillermo para rendir tributo a su madre, Diana de Gales, en el 10º aniversario de su muerte.

Mientras, Irak sigue desangrándose. Al menos 30 personas murieron ayer al estallar un coche bomba en Bagdad.