Republicanos y demócratas en el Congreso de EEUU han anunciado un principio de acuerdo para evitar este viernes un nuevo cierre parcial administrativo aunque aún está por ver si la Casa Blanca da su visto bueno.

El pacto potencial incluye menos de 1.400 millones de dólares para 88 kilómetros de vallas, muy lejos de los 5.700 millones que ha reclamado el presidente para 230 kilómetros de nuevo muro. Y aunque los demócratas han retirado su demanda de que se reduzcan de 20.700 a 16.500 las camas que ICE, la agencia que se encarga de arrestos y deportaciones, mantiene para tener en custodia a inmigrantes apresados dentro de EEUU, sí habrían conseguido reducir un 17% que el número total, que incluye camas para quienes piden asilo y quienes son capturados en la frontera. En su mitin en El Paso Trump dijo no haber estudiado aún a fondo el potencial acuerdo del Congreso.

"Hemos alcanzado un acuerdo en principio entre nosotros en todo lo que se refiere a seguridad nacional y las otras seis leyes", explicó a periodistas el senador republicano Richard Shelby, quien explicó que la proximidad de un nuevo cierre administrativo puso en alerta a los legisladores.

VISTO BUENO DE TRUMP

El acuerdo debe contar ahora con el visto bueno de Trump, que aún no se ha pronunciado al respecto y que tiene que ratificarlo si el Congreso llega a aprobarlo para que así sirva para evitar el cierre administrativo cuando se agoten los fondos actuales el viernes. Preguntado sobre si la Casa Blanca apoya el acuerdo, Shelby respondió: "Eso creemos. Eso esperamos".

Por su parte, la congresista demócrata Nita Lowey, que participó de las negociaciones, dijo que la presidenta de la Cámara Baja, Nancy Pelosi, apoya el pacto y que esperan presentar un proyecto de ley definitivo este miércoles. "Algunos se alegrarán, otros no se alegrarán", agregó Lowey, sobre cómo recibirán sus colegas demócratas el acuerdo.

Demócratas y republicanos llevaban semanas negociando después de que el desacuerdo entre ambos sobre la seguridad fronteriza produjese entre diciembre y enero un cierre administrativo de 35 días, el más largo de la historia en EEUU.