Si hay que buscarle algún pero a las primeras dos semanas de Barack Obama, este ha sido las "excepciones" a sus propias normas éticas y de responsabilidad, que incluían limitaciones a los lobis (las mayores de cualquier Administración), congelar el sueldo de los principales cargos de la Casa Blanca y una promesa de transparencia frente al secretismo de la época de Bush. Sin embargo, en menos de dos semanas ya hay tres cargos en Defensa, Tesoro y Sanidad que rompen las autoimpuestas reglas sobre los lobis.