Los ocho partidos y grupos que integran la coalición progresista La Unión afrontan hoy, por primera vez en la historia italiana, unas elecciones primarias a seis meses vista de las elecciones generales del 2006. Formalmente se trata de elegir al candidato que se opondrá a Silvio Berlusconi, líder de los conservadores, aunque ya se sabe que el vencedor será Romano Prodi. Pero los comicios servirán para medir el peso de cada partido dentro de la coalición y, en consecuencia, elaborar un programa de gobierno más centrista o más de izquierdas. El resultado indicará también la fuerza de Prodi, que carece de un partido propio.

Las primarias de La Unión han coincidido con la dimisión de Marco Follini como secretario de la Unión Democrática de Centro (UDC), el partido de la coalición conservadora más crítico con Berlusconi. Follini rechaza una reforma de la ley electoral, de mayoritaria a proporcional, cuya aprobación en el Parlamento fuerza el centroderecha para frenar la debacle electoral que prevén los sondeos para el 2006 y quizá invertir el resultado.

Según estimaciones de Ipr Marketing, con el actual sistema mayoritario, si los progresistas ganan con el 50% de los votos y los conservadores con el 45%, los primeros tendrán 363 diputados contra 263 de los segundos. Sin embargo, con el sistema proporcional, vencerían los conservadores, con un total de 340 diputados contra 290. "Es un robo", acusa La Unión, que se opone en el Parlamento.

LOS OTROS Además de Prodi, a las elecciones primarias se presentan la altermundialista Simona Panzino, el comunista Fausto Bertinotti, el verde Alfonso Pecoraro Scanio, el exmagistrado de Manos Limpias Antonio Di Pietro, el centrista Clemente Mastella y el desconocido Ivan Scalfarotto, un joven que pretende "dar una esperanza a las nuevas generaciones".

En estas primarias, se votará con el carnet electoral, pagando un euro para los gastos y firmando los principios de La Unión. Las urnas estarán en bares, escuelas, teatros, centros recreativos y en casas particulares.