Italia está dispuesta a tomar el mando de la misión militar internacional en el Líbano, una responsabilidad de la que huye Francia, según anunció ayer el primer ministro italiano, Romano Prodi, al secretario general de la ONU, Kofi Annan. Tras una legislatura conservadora cuya política exterior fue moldeada a medida de EEUU, el Gobierno progresista de Roma considera la posibilidad de liderar la Fuerza de Interposición en el Líbano (FINUL) como una "oportunidad histórica" para marcar una nueva línea diplomática.

Todo apunta pues a que Italia encabezará la misión tras la marcha atrás dada por Francia, que ha comprometido únicamente 200 soldados a una fuerza que debe tener 15.000 cascos azules y cuyas atribuciones están todavía poco claras. Según el diario Corriere de la Sera , la ONU ha enviado una carta al Ministerio de Defensa italiano en la que se indica que los soldados solo podrán abrir fuego ante "una situación de emergencia".

"Nuestro país no se echará atrás", dijo ayer Prodi, quien durante el fin de semana habló con varios líderes europeos y con Annan. El primer ministro israelí, Ehud Olmert, le pidió explícitamente el domingo que Italia "dirija la fuerza internacional". Respecto al número de tropas que Roma desplazará al Líbano, fuentes del Ministerio de Defensa avanzaron que "no superará los 2.200 hombres", lo que le perfila como el mayor contribuyente.

APOYO LOGISTICO DE EEUU El presidente de EEUU, George Bush, reiteró la necesidad del despliegue de la fuerza internacional en la zona "tan pronto como sea posible" para asegurar el frágil alto el fuego que entró en vigor hace una semana y evitar que Hizbulá siga actuando como "un Estado dentro de otro Estado". La necesidad "es urgente", dijo el presidente, que volvió a repetir que EEUU no aportará tropas a esta fuerza multinacional, sino apoyo logístico.

Bush adelantó que habrá una segunda resolución de la ONU con las "instrucciones a la fuerza internacional". Para el presidente, lo que sí está claro es el el orden de prioridades: "Asegurar el sur del Líbano primero" y "desarmar a Hizbulá después".

En Berlín, la cancillera alemana, Angela Merkel, aseguró que la fuerza internacional debe actuar "muy rápidamente", ya que la tregua en el Líbano es "muy frágil", informa Gonzalo Cáceres. Merkel destacó que la UE tendrá un papel relevante en la fuerza de estabilización al contribuir con soldados, aunque Alemania, por razones históricas, no quiere enviar fuerzas de combate de tierra y prefiere enviar unidades de la Marina.

TURQUIA Y CHINA Frente a la renuencia de los franceses, la limitación de los alemanes y la negativa de los británicos, en Roma se percibe cierta desilusión por la "falta de Europa" en la misión que se prepara. Por ello, Prodi está llamando a todas las puertas, desde Turquía hasta China (que ya cuenta con un centenar de efectivos en la FINUL), y confía en que del encuentro de mañana en Bruselas del Comité Político y de Seguridad (COPS) del Consejo de la UE salga alguna decisión sobre la "coordinación de las tropas".

Mientras, el frágil alto el fuego que puso fin a 34 días de guerra en el Líbano fue violado ayer de nuevo. Dos milicianos de Hizbulá murieron por disparos del Ejército israelí.

Las tropas israelís se han retirado de la mayor parte del territorio ocupado tras la ofensiva del 12 de julio, pero continúan en al menos nueve posiciones a lo largo de la frontera, y el sábado lanzaron una operación de comando contra Hizbulá. Ayer, la aviación del Estado hebreo sobrevoló de forma continuada la región de Beirut, lo que causó protestas del primer ministro libanés, Fuad Siniora.