El primer ministro italiano, Romano Prodi, ha dejado la suerte de su Gobierno en manos de los diputados y los senadores. De la cita de hoy, ante la Cámara baja, seguramente saldrá airoso. Otra cuestión es la comparecencia, mañana, ante el Senado, donde la salida de Udeur de la coalición evidenciará que el Gobierno ha perdido la mayoría con un senador menos que la oposición.

La oposición, que lidera Silvio Berlusconi, ya se frota las manos pidiendo elecciones anticipadas si se confirma la caída de Prodi. Pero no es la única opción, ya que podría formarse un gobierno técnico para realizar reformas urgentes como la ley electoral, que eliminaría del mapa político a los partidos pequeños.