El contenido de la correspondencia entre la embajada estadounidense en Pakistán y el Departamento de Estado de EEUU filtrado por el portal Wikileaks confirma las inquietudes que provoca en Washington el programa nuclear paquistaní. Al margen de los detalles sobre las conversaciones y las opiniones de los representantes diplomáticos norteamericanos acreditados en Islamabad, los documentos revelan que la cooperación entre ambos países en seguridad atómica, en vez de ir en aumento, "decrece", y que el inestable país asiático produce armas nucleares "a un ritmo más rápido que cualquier otro país del mundo".

La particularidad del programa nuclear paquistaní --las armas no están ensambladas sino que permanecen almacenadas por componentes para dificultar su destrucción en caso de ataque-- es uno de las principales razones de desvelo en Washington. Así lo explica la embajadora en Pakistán Anne W. Patterson, en un informe previo a la visita del entonces consejero de Seguridad Nacional, James Jones: "La proximidad de algunas instalaciones nucleares al territorio bajo ataque talibán, la rumoreada dispersión de los materiales nucleares y la vulnerabilidad del transporte de materiales atómicos".

El elevado número de personas implicadas en los arsenales y en los programas de misiles es contemplado por EEUU y también por Rusia como proliferante y como motivo para mantener la guardia. "Pakistán ha tenido que contratar personal con estrictas creencias religiosas para proteger las instalaciones nucleares; dada la caída de los niveles educativos y culturales, las organizaciones extremistas tienen más oportunidades de reclutar a gente que trabaje en los programas nucleares o de misiles", dijo el experto Yuri Korolev, del Ministerio de Exteriores ruso, en una reunión con sus homólogos estadounidenses.

MAS PRODUCCION Lo más novedoso de la documentación filtrada por el portal de Julian Assange es la cada vez menor cooperación entre EEUU y Pakistán en proliferación nuclear y el elevado ritmo paquistaní de producción de armas nucleares. Un despacho de la embajada en mayo, que califica de "frustrante" la comunicación con Pakistán, sostiene: "La transparencia es frecuentemente inexistente; las ofertas de ayuda quedan sin respuesta o son descartadas". En otro mensaje, Peter Lavoy, funcionario de la Inteligencia Nacional para el sur de Asia constata que "a pesar de la catástrofe económica, Pakistán produce armas nucleares a un ritmo más rápido que cualquier otro país del mundo".

Patterson también pide a Washington, durante una visita del jefe del Ejército, el general Ashfaq Kayani, que deje "claro" al responsable que "el Ejército de Pakistán debe acabar con el apoyo a grupos terroristas".