A45 días de unas elecciones legislativas en las que la presidenta Cristina Fernández de Kirchner se juega su suerte, la campaña electoral argentina introdujo un nuevo protagonista que provoca pánico en el Gobierno y la oposición: los imitadores televisivos de los candidatos. Todos creen que las sátiras descarnadas pueden incidir en el voto.

Unos cuatro millones de personas ven por las noches Showmatch , el programa de Marcelo Tinelli, un presentador y empresario del entretenimiento con enorme influencia social. El número fuerte de la emisión es Gran Cuñado , una parodia del reality Gran Hermano en el que compiten 19 sosias o imitadores de los principales políticos.

Las imitaciones incluyen a Cristina Kirchner y a su marido, Néstor Kirchner. El expresidente y principal espada electoral del peronismo (en el poder) en la provincia de Buenos Aires es mostrado con modales toscos. El actor Freddy Villarreal reproduce con esmero su manera de hablar, aguda y arrastrando la letra ese. Además, le hace decir cosas que lo dejan en ridículo.

Su principal rival en los comicios y en Gran Cuñado es Francisco de Narváez, un magnate de origen colombiano que fue aliado de Carlos Menem, lidera el peronismo disidente y ya ha gastado más de 10 millones de euros en una publicidad que lo dibuja como un "hombre común", obsesionado por la inseguridad ciudadana. "Soy un tipo común, con tres Rolex y cinco Porsche", dice su doble.

El sosias de Felipe Sola, miembro de la coalición de centroderecha que encabezan De Narváez y el jefe de gobierno (alcalde) de la capital, Mauricio Macri, dice sobre sí mismo que el secreto de su permanencia política --tras pasar por la izquierda peronista, fue ministro de Menem y luego cofrade de sus enemigos, más tarde compañero de ruta de Kirchner y ahora su enconado adversario-- es hacerse pasar "por pelotudo imbécil".

El humorista Nick, encargado del guión de Gran Cuñado , aseguró haber recibido amenazas telefónicas. "Sabemos que te has mudado", fue el mensaje que dijo haber recibido uno de los productores, Pablo Semmartín. En estas elecciones, los candidatos reales no debaten. Pero sí lo harán sus réplicas. De ahí que, según el periódico Clarín , el programa haya generado "ansiedades" en los políticos. Perfil publicó que Néstor Kirchner le pidió a Tinelli que "no traten mal a la presidenta". La ministra de Desarrollo Social, Alicia Kirchner, ha llamado a su imitadora, Gladys Florimonte, para "conocerla" y pedirle un trato justo.