Bersani considera imposible conformar un Gobierno estable en Italia. El presidente de la República, Giorgio Napolitano, ha decidido realizar desde este jueves una "rápida y personal" ronda de consultas para hallar la manera de dar un Gobierno al país, después de que el progresista Pier Luigi Bersani haya tirado la toalla.

La enrevesada situación creada por el resultado de las elecciones de febrero, que dieron un Senado ingobernable, podría solucionarse ahora con un ejecutivo institucional, una fórmula distinta del gobierno tecnocrático de Mario Monti, cuyo presidente sería un cargo de garantía para salir del atolladero.

Un comunicado oficial ha informado este jueves que Napolitano "verificará sin demora y personalmente los desarrollos posibles del marco político-institucional", por considerar que las consultas celebradas por Bersani "no han sido resolutivas".

De su parte, Bersani reconoció que durante las consultas con los partidos había encontrado "dificultades derivadas de preclusiones y condiciones" por lo que no podía proseguir en la formación del Gobierno. Durante el día varios líderes del Partido Democrático (PD) habían acusado a los conservadores de condicionar un apoyo indirecto al posible ejecutivo de Bersani a cambio de emplazar a un propio candidato como jefe del estado. El próximo 15 de abril el Parlamento deberá elegir a un nuevo presidente de la República, ya que Napolitano termina su mandato de siete años en mayo.