El progresista Enrico Letta, de 46 años, ha aceptado formalmente este sábado el cargo de primer ministro y ha presentado su lista de ministros. Son 22 y pertenecen al progresista Partido Democrático (PD), al conservador Partido de la Libertad (PDL) y al centrista Opción Cívica (SC) liderado por Mario Monti, que con una mayoría más que absoluta le apoyarán en el parlamento. Seis de ellos son mujeres, un récord italiano absoluto. Entre ellas están la titular de Exteriores, Emma Bonino, y la congolesa naturalizada, Cecile Kyenge, como ministra de la Integración.

"Más allá de la simple formación de un Gobierno, deseo subrayar la composición del mismo, que evidencia un rejuvenecimiento y una notable presencia femenina, que es algo sobre lo que estaba muy interesado", ha dicho Letta antes de leer la lista de los ministros. "Se trata del único Gobierno posible”, ha subrayado el presidente de la República, Giorgio Napolitano, que, al final de la lectura, ha querido decir unas palabras.

Este domingo Letta y su Gabinete jurarán el cargo frente al presidente Napolitano, y el lunes el nuevo primer ministro explicará al Parlamento su programa y recibirá el más que probable voto de confianza. Unos 50 diputados progresistas, que pertenecen a la generación joven, no le votarán, porque rechazan la gran coalición con el partido de Silvio Berlusconi.

Tampoco le votarán SEL, equivalente a la española IU, la extrema derecha y el Movimiento 5 Estrellas (M5S), fundado por Beppe Grillo. “Han despreciado ocho millones de votos de los italianos”, ha subrayado Grillo, en referencia al resultado obtenido en las elecciones de febrero.

Ni líderes ni exministros

El nuevo Ejecutivo debía jurar sobre la Constitución este sábado, pero las negociaciones y alquimias para la composición del Gobierno se han retrasado. El mayor escollo ha sido concretar la filosofía sugerida por Napolitano y aceptada por Letta de que en el Ejecutivo no entrasen los jefes de los partidos, ni tampoco grandes líderes ni exministros. O sea "gente joven y mujeres", como explicó Berlusconi este viernes, añadiendo que el criterio de Napolitano le excluía de entrar personalmente en el Gobierno.

El lunes, con la presentación oficial de Letta, se conocerá el programa del nuevo Ejecutivo, que debería concentrarse en una serie de medidas económicas urgentes para seguir haciendo frente a la crisis económica y social y la constitución de una mesa para cambiar algunos artículos de la Constitución.

Cámara de las regiones

Entre estos últimos, habría la transformación de Senado en Cámara de las regiones, lo que agilizaría el trámite de las leyes; la disminución de entre 300 y 400 parlamentarios sobre el millar actual; y la probable supresión de la financiación pública de los partidos a favor de una financiación privada que desgravaría fiscalmente.

El 'governissimo' italiano no será un Gobierno tecnócrata, al estilo del de Mario Monti, sino político, aunque la mayoría de los italianos han manifestado, en los sondeos y encuestas a pie de calle, dudas y perplejidades de que pueda durar. "Se unen fuerzas políticas que en estos años han estado en frentes opuestos", ha subrayado escépticamente la agencia de calificación financiera Moody's, a pesar de que durante toda la semana la bolsa subió y la prima de riesgo descendió.