Cuando Bill Clinton era candidato prometió permitir a cualquiera, fuera cual fuese su orientación sexual, servir en el Ejército. Pero cuando llegó a la Casa Blanca, congresistas y militares --que argumentaban que los homosexuales romperían la "cohesión" militar-- le llevaron a aguar su promesa. Como fórmula de compromiso, Clinton firmó la ley "no preguntes, no digas". El texto legal ha provocado 10.507 expulsiones.