Tres mil policías no fueron suficientes para garantizar el recorrido de la antorcha olímpica por París. La llama de los Juegos de Pekín hizo parte del trazado previsto en autobús ante la magnitud de las protestas en la calle por las violaciones de los derechos humanos en China y por la represión en el Tíbet. Numerosos incidentes obligaron a cambiar parte del recorrido y la llama llegó a apagarse.

La antorcha partió a las 12.35 horas desde el primer piso de la Torre Eiffel, donde Reporteros sin Fronteras (RSF), una de las organizaciones más activas en la protesta, desplegó una pancarta negra con cinco esposas en forma de aros olímpicos. Enfrente, en la explanada de los Derechos Humanos de Trocadéro, hacía ya horas que las organizaciones de tibetanos en Francia habían concentrado a una multitud que enarbolaba banderas del Tíbet, tocaba tambores y lanzaba eslóganes contra las autoridades chinas. La actriz Jane Birkin estaba entre ellos. El primer relevo correspondió a Stéphane Diagana, excampeón mundial de 400 metros vallas. Nada más descender a la calle, se produjo el primer incidente, y eso que los alrededores de la Torre Eiffel estaban acordonados y solo se podía acceder con un brazalete. Al grito de "¡Libertad para el Tíbet!", Sylvain Garel, presidente del grupo de los Verdes en el Ayuntamiento de París, intentó arrebatar la antorcha a Diagana. El atleta llevaba en su pecho la chapa con la frase "Por un mundo mejor" que acordaron portar todos los deportistas franceses. "Esta insignia es un mensaje de amor, de solidaridad y de deseo de compartir", dijo.

BANDERITAS COMERCIALES La llama iba rodeada por 60 policías motorizados, 100 que se movían con patines, otros tantos bomberos y numerosas furgonetas policiales. Pese a ello, frente a la avenida de Suffren, varios manifestantes intentaron acceder a la antorcha, que portaba una joven en silla de ruedas, y fueron rápidamente reducidos por la policía e inmovilizados en el suelo. En las aceras, los manifestantes agitaban banderitas de RSF con las esposas y enarbolaban banderas tibetanas y de China al grito de "Liberad el Tíbet".

Pero, como una expresión de las contradicciones del movimiento, se veían también muchas banderitas de la empresa coreana Samsung y de la china Lenovo, patrocinadoras de los Juegos, a veces llevadas por los mismos manifestantes que exhibían los estandartes de la protesta protibetana.

Una hora después, la antorcha fue apagada "por razones técnicas", según la policía, que se encargó de precisar que la lámpara olímpica que guarda el fuego de la ciudad griega de Olimpia permaneció encendida. En ese momento, la llama fue introducida por primera vez en un autobús.

DETENIDOS Nuevos incidentes se produjeron en la avenida de Marceau, donde RSF volvió a desplegar su pancarta negra y adonde la llama llegó con una hora de retraso. RSF lanzó también octavillas desde las torres de la catedral de Notre Dame.

Los incidentes se saldaron con ocho detenidos, entre ellos la vicepresidenta del Consejo Regional de Ile-de-France, Mireille Ferri, de los Verdes. Fuentes tibetanas elevaron la cifra de personas arrestadas a 23.

Al paso por la Asamblea Nacional, los cuatro grupos parlamentarios salieron a protestar y, en el ayuntamiento, donde se había colocado un cartel con la frase París defiende los derechos humanos en todo el mundo , la antorcha no se detuvo por decisión de las autoridades chinas, según declaró el alcalde de París, Bertrand Delanoë. La embajada china pidió y consiguió cambios en el recorrido. Antes de las cinco de la tarde se anularon los últimos relevos hasta las mismas puertas del estadio de Charlety, etapa final, adonde llegó con más de media hora de retraso.

En Pekín, Wang Hui, directora de medios de comunicación del comité organizador de los JJOO, condenó los incidentes, que atribuyó a "algunos separatistas". "Sus acciones están abocadas al fracaso", dijo. La antorcha partió hacia San Francisco (EEUU), donde ayer unos activistas escalaron el Golden Gate como protesta.