Al menos cinco opositores muertos, decenas de heridos y más de 300 detenidos es el balance de los violentos enfrentamientos que se registraron ayer en Teherán entre manifestantes antigubernamentales y policías, los más importantes registrados en el país desde el pasado mes de junio. Entre los fallecidos está uno de los sobrinos del líder del movimiento reformista, Mirhusein Musavi, según confirmó ayer la televisión iraní. Las autoridades negaron ayer que Musavi, de 35 años, muriera como consecuencia de disparos de la policía. Las webs de la oposición, sin embargo, aseguran que todos los manifestantes murieron por balas de la policía. Uno de los sitios web, Jaras, afirmó además que otras cuatro personas perdieron la vida en los disturbios que se registraron en la ciudad de Tabriz.

SITUACION DIFICIL Es la primera vez desde el pasado mes de junio, cuando estalló la crisis, que se registran muertos en las protestas, lo que coloca en una situación todavía más difícil al presidente del país, el ultraconservador Mahmud Ahmadineyad, y al verdadero hombre fuerte del régimen, el Guía Supremo Alí Jamanei.

Tres de los fallecidos en Teherán perdieron la vida por "disparos directos" de la policía en la avenida Enghelab, una de las principales arterias de la ciudad, según Jaras. Uno de ellos fue Alí Musavi, que recibió un balazo en la región del corazón e ingresó cadáver en el hospital. La censura impuesta a los medios extranjeros no impidió --como ya ocurrió en las manifestaciones de junio-- que los propios manifestantes distribuyeran fotografías e imágenes de las protestas, y las colgasen en la red.

RECONOCIMIENTO OFICIAL Las imágenes muestran cómo los manifestantes armados con piedras se enfrentan a los agentes antidisturbios, además de coches y motos policiales en llamas. Varios helicópteros sobrevolaron el centro de la ciudad, de donde surgían columnas de humo negro. Poco antes de que la televisión iraní reconociera la muerte de manifestantes, el jefe de la policía de la capital, el general Azizulan Rajabzadeh, negó que hubiera habido muertos.

La de ayer es la segunda jornada consecutiva de protestas en Irán. Las manifestaciones --que nacieron tras las polémicas elecciones del pasado 12 de junio, que permitieron la reelección de Ahmadineyad-- volvieron a tomar fuerza hace una semana tras la muerte del gran ayatolá Alí Husein Montazeri, líder espiritual de la oposición.