La propuesta de la presidencia británica de la UE para pactar el marco presupuestario comunitario del 2007 al 2013 perjudica a España, ya que implica un recorte de los fondos de desarrollo rural y un drástico incremento de la contribución española a las arcas comunitarias respecto al último proyecto que se presentó. La propuesta beneficia fundamentalmente a Gran Bretaña, Alemania, Holanda, Suecia y Austria, y perjudica al resto de países, en especial a los nuevos integrantes pobres del Este, que recibirán unos 14.000 millones de euros menos de ayudas. El plan británico fue recibido anoche con un rechazo generalizado.

El vicepresidente económico español, Pedro Solbes, manifestó que la propuesta británica "es peor" que la última de la anterior presidencia luxemburguesa para la fracasada cumbre europea de junio pasado. Solbes recordó que en esa ocasión el Gobierno español votó en contra y añadió que la nueva propuesta británica "no permite avanzar". El ministro de Exteriores del Reino Unido, Jack Straw, reconoció que España iba a recibir "menos" que con la última propuesta de Luxemburgo.

RECORTE DEL GASTO La presidencia británica propuso un presupuesto máximo para el conjunto del periodo 2007-2013 de 846.754 millones de euros --equivalente al 1,03% de la renta europea-- para una UE de 27 miembros (incluidos Bulgaria y Rumanía). La propuesta recorta en 24.760 millones la última propuesta de la presidencia luxemburguesa. Los principales recortes se concentran en cohesión (13.694 millones), desarrollo rural (7.000 millones), ayudas agrarias (2.000 millones) y justicia e interior (730 millones).

Por el contrario, el cheque británico , por el que Gran Bretaña logra desde 1984 la devolución de dos tercios de su contribución neta a la UE, crece el 40%. El cheque , explicó Straw, pasará de la media actual de 5.000 millones de euros anuales a 7.000 millones. Straw presentó como recorte que el cheque limite su crecimiento en unos 1.150 millones al año al eximir a los países del Este de cofinanciarlo y al recortar el gasto total de la UE.

Straw defendió destinar 367.464 millones a la política agraria (incluido el desarrollo rural), 296.900 millones a la cohesión, 72.010 millones a la modernización económica, 50.010 a la política exterior y 10.270 millones a justicia e interior.

FONDOS DE COHESION España conserva los 2.800 millones en compensación por la pérdida del fondo de cohesión, la ayuda específica para Canarias y unos fondos especiales para las regiones que dejan de ser pobres por efecto estadístico o por su propio desarrollo. Sin embargo, España sufrirá un recorte en el fondo de desarrollo rural y también puede verse perjudicada por el recorte de los fondos agrarios para afrontar la adhesión de Bulgaria y Rumanía. Además, España deberá incrementar notablemente su contribución a la UE a consecuencia del incremento del 40% del cheque británico y de la propuesta del Reino Unido de que sólo los antiguos miembros de la UE lo sufraguen. España costea actualmente el 13,6% del cheque , lo que representó aportar 716 millones en el 2004.

Las menores ayudas y el aumento de las aportaciones pueden convertir a España en contribuyente neto de la UE en los últimos años del periodo, en contra de lo exigido por el Gobierno, que quiere retrasar esa situación hasta el 2014. La última propuesta luxemburguesa limitaba el saldo neto de las ayudas europeas a España a 4.738 millones. La nueva propuesta recorta aún más ese saldo.