El primer ministro de Reino Unido, David Cameron, viaja hoy a Rusia para hablar sobre las vías de solución del conflicto sirio con el presidente ruso, Vladímir Putin, con el que se reunirá en la ciudad balneario de Sochi, a orillas del mar Negro.

El jefe del Gobierno británico llega a Rusia tres días después de la visita a Moscú del secretario de Estado estadounidense, John Kerry, que también se reunión con Putin para buscar "puntos en común" entre ambos países en la cuestión siria.

La visita del jefe de la diplomacia de Washington cristalizó en la propuesta conjunta ruso-estadounidense de celebrar a finales de este mes una conferencia internacional sobre Siria en la que participarían tanto miembros del Gobierno como de la oposición del país árabe, un tema que tratarán Cameron y Putin.

"Hay una necesidad urgente de iniciar negociaciones adecuadas para forzar una transición política y poner fin al conflicto", dijo Cameron en el Parlamento británico cuando anunció el pasado martes su visita de trabajo a Rusia.

Al mismo tiempo, el primer ministro de Reino Unido dejó claro una vez más su alineación con la oposición siria, una postura que choca con la aparente neutralidad de Moscú, que no ha dejado de prestar un apoyo más o menos velado al régimen del presidente sirio, Bachar al Asad.

"Continuaremos trabajando en todos los frentes, con nuestros aliados, apoyando a la oposición y haciendo presión por una solución política", reiteró Cameron ante los diputados de la Cámara de los Comunes tras apuntar a nuevas "pruebas" del uso de armas químicas por parte del régimen de Damasco.