El presidente ruso, Vladimir Putin, designó ayer a Dmitri Medvédev, su antiguo protegido y presidente del gigante de gas ruso, Gazprom, como candidato del Kremlin en las presidenciales de marzo del 2008, vistas en Rusia como un plebiscito para dar legitimidad a la sucesión al presidente por uno de su círculo.

Tras varios meses de incertidumbre sobre si el Kremlin elegiría como heredero al liberal e intelectual Medvédev o bien al halcón y exjefe de los servicios especiales Serguei Ivanov, Putin respaldó a Medvédev. La victoria de este último se decidió en un encuentro con dirigentes de cuatro partidos progubernamentales, encabezados por Rusia Unida, que acaba de recibir el 64% de los votos en las parlamentarias.

Muchos en Rusia sugirieron que Medvédev seguirá bajo la sombra de Putin después de los comicios. Putin confirmó ayer esta sugerencia al declarar que el respaldo a la candidatura de Medvédev permitirá "formar una Administración robusta que llevará a cabo las mismas políticas que han dado resultado en los últimos 8 años".

GARANTIA ELECTORAL El respaldo del Kremlin en la campaña le garantiza un resultado parecido al que acaba de recibir Rusia Unida. Los rusos están dispuestos a respaldar a cualquier heredero de Putin, que cuenta con el apoyo de un 75% de los electores.

Medvédev ha sido el único de los pesos pesados del Kremlin en criticar la doctrina de la "democracia dirigida", inventada por los conservadores próximos a Putin que sostiene que los valores democráticos europeos necesitan ser adoptados a Rusia, que requiere un control estatal.