El presidente ruso, Vladimir Putin, reforzó ayer sus filas con vistas a las elecciones a la Duma de diciembre próximo y a las presidenciales de marzo del 2008. Putin, que no se presentará para un tercer mandato consecutivo porque la Constitución se lo impide, forzó la dimisión del Gobierno en pleno para nombrar como primer ministro a uno de sus hombres de confianza, con quien había trabajado en el Ayuntamiento de San Petersburgo a principios de la década de los 90. El nuevo primer ministro, Viktor Zubkov, es un aparatchik gris de 65 años y amigo del presidente ruso.

Con esta maniobra, Putin ha iniciado una campaña por la sucesión en el Kremlin que garantizaría la victoria en las próximas presidenciales a un "heredero" elegido por el líder actual. La designación de Zubkov requiere una aprobación formal de la Duma (Cámara baja), controlada por el presidente.

La decisión de Putin de nombrar a Zubkov, el modesto jefe del Servicio Federal de Supervisión Financiera, que se dedicaba a la lucha contra el lavado de dinero y contra la financiación de actividades terroristas, ha sido una sorpresa para todos. Se esperaba que nombrara a uno de sus dos "príncipes herederos", los viceprimer ministros Serguei Ivanov y Dmitri Medvedev. El conservador Ivanov, exministro de Defensa procedente de los servicios secretos, últimamente había ganado terreno al liberal Medvedev, responsable de las cuestiones sociales en el Gobierno. Pero Putin ha optado por guardar las piezas claves para más adelante.

El presidente explicó sin evasivas la dimisión del hasta ahora primer ministro, Mijail Fradkov, con la necesidad de tener un Gobierno a su medida la víspera de las elecciones. "Tenemos que pensar cómo construir una estructura de poder que corresponda mejor al periodo preelectoral y prepare al país para el periodo posterior a las elecciones presidenciales", dijo Putin a Fradkov en el Kremlin. Fradkov, por su parte, afirmó que se va para "dar al presidente plena libertad de decisión en lo que se refiere a nombramientos".

Pese a que, según los pronósticos, el nuevo primer ministro sería también el candidato del poder en las presidenciales, el nombramiento de Zubkov se presenta como un intento de salvar de las críticas a Ivanov y Medvedev. Además, es una oportunidad para purgar el Ejecutivo de ministros implicados en recientes escándalos de corrupción.