Los tradicionales vínculos entre La Habana y el Kremlin han sobrevivido a la perestroika, a la desintegración de la URSS y al fin del socialismo y consiguiente cambio de régimen en Rusia. Pero ahora, a rebufo de los últimos éxitos en política exterior cosechados por Vladímir Putin, Moscú está inyectando un vigor nuevo a las relaciones que mantiene con la isla caribeña, situada estratégicamente a tan solo 170 kilómetros de las costas estadounidenses.

El presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, se ha reunido este martes con su homólogo ruso, y ha elogiado el papel que está jugando el país euroasiático para frenar la, a su juicio, "supremacía" que EEUU "intenta imponer" en los asuntos mundiales. "Ha sido una visita interesante, positiva, que se ha producido en el marco de una escalada de la agresión de EEUU contra Cuba", ha declarado Díaz-Canel, en referencia a las nuevas sanciones decretadas por la Administración de Donald Trump cuando este llegó al poder.

VISITA DE PUTIN

El mandatario cubano ha invitado a Putin a visitar la isla "en cuanto ello pueda suceder", a lo que el líder del Kremlin ha contestado con un entusiasmado 'sí' carente de condiciones: "Aprovecharé sin falta la invitación". El mandatario ruso, además, ha devuelto los cumplidos a su homólogo cubano destacando "la postura independiente y soberana" del Gobierno en La Habana en la esfera internacional.

La gira por Europa de Díaz-Canel, que también le ha llevado a Azerbaiyán y a Bielorrusia, se produce pocas semanas después de que el primer ministro ruso, Dmitri Medvédev, realizara una corta visita a Cuba donde ambos países firmaron numerosos convenios económicos y culturales y debatieron proyectos bilaterales estratégicos en ámbitos como las nuevas tecnologias o el desarrollo digital.

Durante la guerra fría, la URSS mantuvo abierta la base de Lourdes, cerca de la capital, aunque la clausuró en el 2001, poco después de la llegada de Putin al poder. En los últimos años, medios de información próximos a La Habana han venido informando de la inminente apertura de instalaciones militares permanentes de vigilancia y escucha, algo que ha sido desmentido, tanto por el propio Medvédev como por el ministro de Exteriores, Serguéi Lavrov.

Las sanciones afectan sobre todo al aprovisionamiento de energía de la isla caribeña, lo que ha llevado a algunas voces a pedir a Rusia que permita que sus buques de guerra escolten a los petroleros que transportan combustible a Cuba. "Creo que encontraremos otros métodos para ayudar a Cuba a recibir petróleo y sus derivados", declaró Medvédev al respecto cuando viajó a la isla.