No hay duda de que Vladimir Putin sigue ejerciendo el poder en Rusia. Ayer, el nuevo primer ministro ruso nombró a varios pesos pesados de su antigua administración presidencial en las posiciones clave del Gobierno. De este modo, Putin traslada el centro neurálgico del poder desde el Kremlin a la sede del Ejecutivo ruso, conocida entre los ciudadanos como la Casa Blanca.

Putin comunicó la composición de su Gabinete al presidente Dmitri Medvédev, quien le sucedió como máximo dirigente del país el pasado miércoles, en una ceremonia en el Kremlin. Pese a su enroque con Medvédev, quien hasta hace poco era el primer viceprimer ministro, las cámaras de los canales nacionales mostraron a Putin sentado en el mismo lugar y en el mismo sillón que usaba cuando era presidente.

Medvédev aprobó a los candidatos de Putin después de una entrevista con su antecesor, quien se apresuró a presentar sus ministros a los periodistas en la Casa Blanca. Según la Constitución, el primer ministro (que ahora se ha llevado a dirigentes claves) propone los nombres y el presidente los aprueba. "Tenemos por delante un gran trabajo: todos tenemos claro qué hay que hacer. Son muchas las tareas", dijo Medvédev

Entre los viceprimeros ministros destaca Igor Sechin, exsubjefe de la Administración presidencial y considerado una de las figuras más poderosas de Rusia. En el 2004, Sechin puso bajo el control del Kremlin a la mayor petrolera privada, Yukos, del magnate opositor Mijail Jodorkovski. En el Gobierno de Putin, Sechin será responsable del control de la industria del país.