El cierre del reactor nuclear de Yongbyon no es más que un primer paso reversible en el proceso de desarme en la península coreana. Y su continuación depende de "las medidas prácticas" que adopten EEUU y Japón respecto a la "política hostil" contra Corea del Norte. Así lo advirtieron ayer las autoridades norcoreanas en un comunicado recogido por KCNA, la agencia oficial de noticias norcoreana.

El régimen de Pyongyang confirmó ayer la noticia. Su reactor suministra al país el material para fabricar armas nucleares. "Los hemos cerrado tras recibir el primer envío de crudo", aseguró un portavoz norcoreano. Un petrolero surcoreano con 6.200 toneladas de combustible atracó el sábado en el noreste del país.

Por su parte, el representante estadounidense, Cristopher Hill, dio una cauta bienvenida al cierre.