Nueve personas, entre las que figuran dos franceses y un italiano, resultaron ayer heridas en un atentado con bomba perpetrado en la región argelina de Lakhadaria, situada a unos 100 kilómetros al este de Argel. El artefacto estalló al paso de un vehículo de la empresa francesa Razel, que contaba con escolta policial. El ataque fue posteriormente reivindicado por Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI), la rama norteafricana de la organización terrorista liderada por Osama bin Laden.

Los nueve heridos, todos de carácter leve, son cinco gendarmes argelinos de la patrulla de protección, el chófer del vehículo todoterreno en el que viajaban los trabajadores y tres de los empleados de Razel (los dos franceses y el italiano). El vehículo se dirigía hacia una presa que construye la compañía francesa.

El atentado de Lakhadaria se produjo un día después de que el número dos de Al Qaeda, el egipcio Aymán al Zauahiri, amenazara con "limpiar el Magreb de los hijos de Francia y España".

El ataque de ayer recuerda al que se produjo en la periferia de Argel el pasado 10 de diciembre, cuando un autobús perteneciente a una filial de la sociedad norteamericana Halliburton recibió el impacto de una bomba. El conductor del vehículo murió y ocho trabajadores (entre ellos cuatro extranjeros) resultaron heridos en el ataque.

PLAN DE SECUESTRO El rotativo parisino Le Monde informó ayer de que dos franceses que trabajaban en el aeropuerto de Argel fueron repatriados el martes pasado de forma precipitada porque los servicios de espionaje habían recibido información de que los terroristas del AQMI planeaban secuestrarlos.