Las células terroristas de Al Qaeda en Europa han cambiado sus métodos para reclutar y adoctrinar a nuevos extremistas. Forzadas por el aumento de la vigilancia sobre las mezquitas, que eran su principal lugar de reclutamiento, estas redes radicales buscan ahora a nuevos miembros, sobre todo jóvenes, en lugares como los gimnasios, las cárceles, las librerías islámicas y las universidades.

Las biografías de varios de los terroristas implicados en el complot terrorista desbaratado el pasado jueves confirma esa diversificación. Según el periódico británico Sunday Telegraph , varios de los jóvenes musulmanes detenidos fueron reclutados en universidades británicas.

´LOS 19 MAGNIFICOS´ Waheed Zaman, uno de los detenidos, era presidente de la Sociedad Islámica de la Universidad Metropolitana de Londres. En la sede de la sociedad, los agentes encontraron dos portátiles en cuyo disco duro había numerosos documentos que llamaban a la guerra santa y casetes en que se glorificaba a los terroristas suicidas de los atentados del 11-S en Nueva York y Washington, bautizados como Los 19 magníficos .

Según Anthony Glees, director del Centro de Estudios sobre Inteligencia y Seguridad de la Universidad Brunel, en Londres, las fuerzas de seguridad "han detectado grupos musulmanes extremistas en al menos 20 instituciones educativas".

Pero los nuevos lugares de reclutamiento son mucho más variados. Un informe de la Fundación para la Investigación Estratégica, un prestigioso centro de estudios francés, alerta de que los radicales llevan a cabo su labor de captación en gimnasios y salas de artes marciales.

SALA DE MUSCULACION El informe de la fundación recuerda que Mohammed Sidique Khan, uno de los suicidas que perpetró los ataques del 7-J, adoctrinaba a los otros radicales en una librería islámica y en varias salas de musculación.

Además, la Fundación para la Investigación Estratégica advierte de que las cárceles son uno de los lugares donde se están produciendo más reclutamientos. Según esa investigación, se trata de jóvenes musulmanes, encarcelados por delitos comunes, que buscan purgar sus pecados en la versión más extrema de su religión o que "quieren verse asociados al prestigio del que gozan individuos condenados por terrorismo".

El informe alerta de que los cambios en el terrorismo islámico en territorio europeo van más allá. Entre las transformaciones reseñables, está el hecho de que los grupos terroristas asentados en la UE empiezan a reclutar mujeres y a emplearlas como suicidas, como ocurrió con la ciudadana belga Muriel Degauque, que se inmoló en Irak.